dimecres, 30 d’abril del 2008

Icárida

El vuelo es alto y en ocasiones
hay que pararlo
por el cansancio.

Duelen las alas. Duele el pasado.
El dolor vuelve.
Duele despacio.

Lo sé.
Excesivo peso
en el centro del pecho
que tira hacia adentro,
y anhelo en exceso
e incienso que quema
pasados perversos.
Sé que duele.

Duele aunque vuele.

Pero tú.
Ahí.
Sigues viva.

Y el mundo cambia y cambian tus pasos.
Eres camino,
eres partida,

eres timón
y remo
y vela.

Por eso sigue
sin más problemas
que el respirar.

Camina y parte,
rema y afrenta.
Sé como quieras,
vuela aunque duela
el tropezar.

Tú eres tu fuerza.

Vuela aunque duela.
Vuela aunque duela.
Vuela aunque duela.

dissabte, 5 d’abril del 2008

al alba

Desconozco los motivos, limpios, por qué amanece.

Palabras para todo, y para todos nada. Y nada en las palabras, en todas,
en cada
palabra
que rompe
la nada,
y es todo y es nada,
es fugaz y muda,
estruendo y es calma.

Mi cama blanda no me convence.
Mi cara blanca de atardeceres
no es mas que un ricto
tras el que observo.

Fuerzo palancas de terciopelo.

Dejo lejanas
muecas de esfuerzos
sin resultado

y vivo.

Sin peros,
paseos lentos
por cada todo lleno de nada.