dijous, 5 de juny del 2008

A ti

"Hay millones como tú ahora mismo existiendo. Clavándose los ojos mutuamente. Clavándolos a un libro o a un horizonte, libres. A una pantalla de superficial resbalo. Sé que lo sabes, y en el fondo, eso importa bien poco. Hay millones como tú, en definitiva. Como tú, joder. Andando con prisa, perdiendo el norte, perdiendo el tiempo, olvidándolo, perdiendo la cabeza, asentándola, perdiendo la vergüenza, perdiendo los papeles, la conciencia, la razón. Perdiéndose. Perdiendo a secas a veces también. Ganando otras, supongo.

Buscando.

Hay millones como tú. Millones.
Millones que buscan, como tú, y que tan solo a veces, y a duras penas, encuentran algo. Algo, generalmente, que no buscaban y lo que buscan no saben qué forma tiene, ni si cabe en una casa o si cabe en una nuez. Y entonces se inventan palabras como melancolía o amor.

Pues esto resulta que es una carta de amor. Para ti.
De hecho es una carta compensatoria, por aquella que alguien te escribió un día y no se atrevió a dejar que volara más allá del cajón donde aún yace celosamente recluida. Bien, ya sabes de su existencia, aunque muy probablemente no la vayas a leer en la vida. Sobra control, eso es lo que pasa.
Y falta calma, y falta magia.

Pero sonríe, va, que hay millones como tú ahí fuera y esto que has encontrado es una carta de amor. Para ti.
Aunque no la estuvieras buscando."

Zoé se sorprendió a ella misma de vuelta a la realidad, allí sentada, sonriendo ante un papel anónimo plagado de letras. Lo guardó en el bolso gigante donde hacía nada acababa de revolver a la caza de una compresa o un tampón o lo que fuera. Se limpió. Se subió las bragas y los tejanos verdes. Tiró de la cadena mientras se abrochaba la hebilla del cinturón que antaño había sido de su madre. Se colgó el bolso y luchó unos segundos con el pestillo que la protegía del mundo.
Y sonriendo aún, salió andando, enérgica. Salió volando.
Convencida, como pasa a veces, de que la vida sí que vale la pena.

(hasta en el metro, muriendo ya el día, seguía concentrada en un vaivén de pensamientos... buscando en su memoria cajones desconocidos.)

dimarts, 3 de juny del 2008

H2O

Que nos llueva.
que ahora que me abrazas,
notemos las primeras gotas
aquí
y allá
des p i sta da s, primerizasatrevidas
atrevidasolitar...
solitarias.

que luego
se haga patente en cemento
que nos llueve,
que cae agua
del cielo
y a eso, compañera de camino,
a eso se le llama magia.

(te miro, sonríes, me muerdes, te huelo)

que como migas de cristal
se atrapen gotas amigas
en tu pelo negro.

Oscuro, disculpas.
y que llueva un poco más.

que haga ruido,
arrastre intenso,
cayendo presto en trepidante vuelo.

Abrazo y agua
y que cale el alba
y que me beses
o yo te bese,
no me importan los matices
y que nos resvale el clima
por la frente.

(carícias con la nariz)

que esas pequeñas suicidas
llenen esta copa rota
e impregnen la ropa que llevo
y nuestro abrazo
y nuestro beso
y este momento que ahora
no es de nadie más que nuestro.

y si hace falta
que acabemos en el suelo

acabemos

y empecemos de nuevo
este juego
que es para mí, motivo de vida.

luego muero, luego. luego me muevo.
me gusta este silencio.

(así vivo,
igual que sueño.)