Al calor de la palabra utopía
escribo mi guía de desventuras.
Idealizo futuro y vida plena,
estreno escenas que ocurrirán
y se hace mía toda una carga
de lunas llenas de luz del día.
Cierro una puerta que daba al mundo
y sin pretenderlo, muda y sincera,
pongo mi mano en el marco sacro
y no ando lejos, me quedo en el lindar.
Es mi palabra contra una voz alada,
un lápiz que sangra histerias por contar,
es un tropiezo, es una almendra amarga,
es poca cosa o un mundo sin final.
Sé de una historia que quiere ser contada
de un día lleno de luz de luna.
dimarts, 2 de desembre del 2008
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1 comentari:
Cuenta la historia, que al menos este lector se mantendrá firme.
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